El Festival de Cans nació en 2003 en la parroquia de Cans (O Porriño, Galicia) como un proyecto impulsado por vecinos y cineastas locales. Su objetivo era democratizar el acceso a la cultura, alejándose de los circuitos comerciales y llevando el cine independiente a entornos rurales. Desde sus inicios, las proyecciones de cortometrajes se realizaron al aire libre, en lugares tan cotidianos como granjas, prados o las propias calles del pueblo, creando un vínculo único entre el arte cinematográfico y la vida comunitaria.

El corazón del festival late en su programación alternativa: cortometrajes nacionales e internacionales, música en vivo, debates y talleres participativos. Lo que lo distingue es su escenario insólito: establos rehabilitados, eras, hórganos e incluso lavaderos públicos se transforman en salas de cine improvisadas. Esta elección rompe con la formalidad de las salas convencionales y acerca el arte a la cotidianidad del entorno rural.
Más allá del cine, el evento es una celebración integral de la cultura gallega. Combina propuestas artísticas innovadoras con tradiciones locales, como la gastronomía típica, y fomenta un ambiente festivo y colaborativo. Al ser gratuito y abierto a todos, prioriza la conexión social y la inclusión, usando el cine como herramienta para tejer comunidad.

Hoy, el Festival de Cans es un símbolo de la cultura alternativa en Galicia. Su mezcla de cine independiente, raíces rurales y espíritu comunitario no solo lo han consolidado como un referente cultural, sino también como un espacio donde la innovación y la tradición dialogan en un entorno irrepetible.